Nuestra segunda oportunidad para cumplir con el EUDR

Este artículo de opinión es escrito por Elisa Criscione

El Reglamento sobre Deforestación de la Unión Europea (EUDR, por sus siglas en inglés) ha generado mucho debate en toda la industria del café y más allá. A simple vista, la mayoría de nosotros puede coincidir en que la intención —prevenir la deforestación y promover el abastecimiento sostenible— es encomiable. Pero convertir este objetivo en medidas prácticas ha sido particularmente desafiante. Para quienes trabajan en el mercado final, cumplir con el EUDR significa repensar la forma de hacer las cosas: cómo gestionar los datos, cómo interactuar con las cadenas de suministro y cómo adoptar nuevas tecnologías. Estos cambios requieren inversiones financieras y, en un clima de precios fluctuantes y oportunidades de inversión limitadas, esto añade presión a las empresas que ya manejan flujos de caja ajustados.

Aunque no se mencionan explícitamente en el reglamento, los actores de los países productores son igualmente cruciales para que esto funcione. Los productores, agregadores y exportadores deberán recopilar todos los datos necesarios para asegurar a los compradores que su café está libre de deforestación. Esta no es una tarea menor, especialmente considerando los recursos financieros limitados que muchos de ellos tienen y el tiempo necesario para realizar este trabajo.

Para contribuir a encontrar una solución, los proveedores de tecnología están ofreciendo una variedad de herramientas para ayudar con el cumplimiento de la normativa europea, pero decidir qué herramientas usar puede ser abrumador. Nuestra reciente evaluación de más de 60 herramientas digitales mostró que, si bien muchas tienen características similares, las diferencias en los detalles de la tecnología pueden complicar la toma de decisiones. La incompatibilidad de las herramientas o los distintos enfoques para cumplir con el reglamento a lo largo de la misma cadena de valor pueden llevar a que se dupliquen esfuerzos y a que, a menudo, cada uno necesite utilizar múltiples sistemas para cumplir con los requisitos de diligencia debida.

Todas estas capas de complejidad han llevado a una creciente resistencia contra el calendario de aplicación del EUDR, lo que ha llevado a la Unión Europea (UE) a reconsiderar sus plazos iniciales. La demora ha generado reacciones muy dispares: algunas empresas que ya estaban en camino de cumplir con el reglamento están frustradas por el aplazamiento, mientras que otras han respirado aliviadas ante la perspectiva de tener más tiempo para prepararse. En realidad, la propia UE estaba retrasada en proporcionar la orientación y las plataformas necesarias para cumplir con el reglamento antes de enero de 2025. Este tiempo extra beneficia a todos, pero no debería ser razón para posponer los preparativos.

A pesar de los desafíos y de la actual incertidumbre, este momento ofrece una oportunidad única para llevar a cabo una planificación estratégica. Es una segunda oportunidad para que empresas y organizaciones se preparen adecuadamente, pensando junto a sus socios y aliados. Por ejemplo, un importador podría conectarse con proveedores para comprender su progreso en la recolección de datos y sus planes para exportar y compartir esos datos. Esta colaboración permitirá a todas las partes evaluar si sus sistemas son compatibles e interoperables. Si no lo son, podrían explorar juntos qué opciones podrían simplificar este proceso.

La demora de la entrada en vigor del EUDR también es una oportunidad para que las empresas formen alianzas estratégicas. Las cooperativas y organizaciones de productores, por ejemplo, podrían colaborar con proveedores de tecnología para probar diferentes soluciones de recolección de datos que mejor se adapten a sus necesidades. Al probar y perfeccionar estas herramientas antes de adoptarlas a gran escala, pueden garantizar la eficiencia de sus procesos de recolección de datos. Las organizaciones también podrían considerar formar alianzas dentro de la comunidad cafetera para compartir mejores prácticas y reducir los costos de cumplimiento, así como invertir colectivamente en herramientas digitales que beneficien a múltiples actores.

Por supuesto, estos ajustes toman tiempo y requieren que las empresas trabajen juntas para encontrar soluciones, por lo que el momento de actuar es ahora. Retrasar las acciones podría resultar en prisas de última hora. Si aprovechamos sabiamente este plazo ampliado mediante la co-creación y el diálogo abierto, no solo lograremos cumplir con el reglamento, sino que también construiremos un sector cafetero más resiliente y sostenible, en el cual la tecnología juegue un papel de apoyo, pero esencial.


 

Elisa Criscione

Elisa es la fundadora y CEO de Digital Coffee Future. Es experta en la digitalización del café y la evaluación de la integración de herramientas digitales estratégicas para empresas y organizaciones.

 
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